Decálogo por un turismo ético y responsable
- La inteligencia artificial estima que el mundo alberga cerca de un millón de islas. Y tú has elegida la
nuestra, Lanzarote. Te damos las gracias y la bienvenida, y te invitamos a cuidarla y amarla como
hacemos aquí.
- Muévete con respeto. No dejes tu huella en lugares solo moldeados por la lava, el viento y el océano.
- Ahorra agua. Se trata del bien más preciado en una isla castigada por la sed, que ha exhibido una
tenacidad heroica gestionando las escasas precipitaciones y la humedad ambiental.
- Déjate arrullar. Que la música que te acompañe sea la sinfonía de las olas contra la costa, el silbido del
alisio y el murmullo de tus pasos sobre los caminos de rofe y arena.
- No arrojes desperdicios. Que tu mirada solo tropiece con los volcanes, los malpaíses, las gerias y el
blanco de la arquitectura popular.
- Sé una persona atenta y cuidadosa cuando te desplaces por los senderos, te rodea una increíble
biodiversidad que hay que proteger.
- Piedras, plantas y materiales marinos forman parte del paisaje al que querrás regresar en todo su
esplendor. Busca tus souvenirs en los comercios, no en la naturaleza.
- Regálate artesanía local y saborea los productos de la tierra y el mar. Por su calidad, por su frescura,
porque la gastronomía canaria te hará tocar el cielo.
- Muestra generosidad y buen trato con quien te recibe en su casa con los brazos abiertos.
- El verdadero mérito está en cómo eliges explorar el mundo.
Si como viajero eres de los que aplaudes al aterrizar celebrando la llegada a un nuevo destino, ¿qué tal si, al partir, es el destino el que te aplaude a ti?